"Aceite de oliva” es una mixtura. No el
producto, la denominación. Es la combinación de dos palabras de orígenes
diversos con significados similares.
Aceite viene de aceituna, la oliva. La primera es de origen árabe; la otra es latina.
La historia, la geopolítica y hasta lo
que antes no se llamaba globalidad influyeron en el nombre de este
componente de la comida mediterránea y mundial.
Tuvo que ser España (Hispania,
al-Ándalus) el territorio donde el óleo adquiriera su nombre híbrido,
pues ahí convergieron las dos culturas.
Árabes y romanos pasaron y dejaron su huella en las modas, las costumbres, las palabras y los alimentos.
La extracción, almacenamiento y
distribución del aceite es de antigüedad bíblica. Los olivos están
presentes desde tiempos lejanos. De hecho, entre los árboles más viejos
del mundo se cuentan varios olivos, como los milenarios de Israel,
Italia, Grecia y
España.
Junto con la vid, es bastimento del que los humanos se han hecho acompañar a lo largo de la historia.
La rama del olivo es símbolo de paz. Lo
era para los griegos, quienes además la utilizaban como una forma de
reconocimiento a héroes, gobernantes y atletas.
En esta cultura, el olivo es tan
importante que está ligado a la leyenda de la fundación de Atenas.
Poseidón y Atenea disputaban el patronazgo de la ciudad aún sin nombre.
Zeus los puso a competir. La deidad de los mares clavó su tridente y
brotó un manantial, don apreciado, pero el origen marino dejó su marca y
el agua del pozo resultó salada. Atenea hizo brotar un olivo al lado
del manantial. Del árbol se obtendrían frutos, aceite, perfumes,
madera... Una aportación insuperable, así que la ciudad tomó el nombre
de Atenas.
En la Biblia, la narración del Diluvio
Universal concluye cuando Noé suelta una paloma a volar sobre las aguas y
el ave retorna con una rama de la planta en su pico, de lo que el
patriarca colige que las aguas ya descendieron y que se puede atracar y
empezar a repoblar la Tierra.
Los egipcios utilizaban el aceite para la preparación de las momias a las que, además, coronaban con hojas del árbol.
Como símbolo de paz aparece el olivo en
nuestro Himno Nacional. Es la estrofa donde el arcángel divino ciñe una
rama de la oleaginosa en las sienes de la Patria.
Aceituna viene del árabe hispánico azzaytúna, proveniente del árabe clásico zaytunah, según nos informa el Diccionario de la lengua española. Es la fruta que produce el aceite.
Oliva viene del latín y significa aceituna, fruto del olivo de donde se saca el aceite.
Así, aceite de oliva es el jugo de la aceituna u oliva que se extrae por el prensado del fruto.
“Aceite” es, consigna el DLE:
“Líquido graso que se obtiene de frutos o semillas, como cacahuates,
algodón, soja, nueces, almendras, linaza, ricino o coco, y de algunos
animales, como la ballena, la foca o el bacalao. Aceite de hígado de
bacalao (...) Aceite de oliva (...) Líquido denso de origen natural,
como el petróleo, o que se obtiene por destilación de ciertos minerales
bituminosos o de la hulla, el lignito y la turba (...) Sustancia grasa,
líquida a temperatura ordinaria, de mayor o menor viscosidad, no
miscible con agua y de menor densidad que ella, que se puede obtener
sintéticamente”.
Para aceite, el diccionario de la
Academia incluye las siguientes acepciones: “aceite de vitriolo”, que
corresponde al “ácido sulfúrico concentrado comercial”. Está el “aceite
esencial” (un líquido muy oloroso de algunos vegetales) y el “aceite
mineral” (líquido denso de origen natural). El “aceite pesado” es otro
nombre para el gasóleo, uno de los derivados del petróleo.
“Aceitar”, además de lubricar o bañar con aceite o mejorar el funcionamiento de las instituciones, equivale a sobornar.
De oliva deriva “óleo”, que, nos dice el DLE,
es “Aceite de origen vegetal, especialmente el de oliva (...) Pintura
al óleo. Necesito óleo para pintar. Obra pictórica realizada con pintura
al óleo. Adquirieron dos óleos en una subasta (... Aceite consagrado
que usan algunas Iglesias cristianas en los sacramentos y otras
ceremonias”.
Por estos, los sacramentos, la palabra
latina va más apegada a esta última acepción. Nadie dice óleo para
referirse a un aceite, pero todos conocemos la aplicación de los “santos
óleos” a los moribundos cuando se les administra la extremaunción.
Hay también el “óleo de los
catecúmenos”, que es el que se aplica en el bautismo, y “el de los
enfermos”, para reconfortar a quienes están en trance extremo.
Óleo aparece en petróleo —el “aceite de
piedra”—; en oleoducto, tubería para transportar petróleo; en gasolina,
palabra que combina el gas con el aceite; y en linóleo que es,
etimológicamente, una tela recubierta de aceite para hacerla
impermeable, pero en el uso cotidiano es un material para recubrir
pisos.
El alioli es una salsa —deliciosa— preparada con ajo y aceite y con yema de huevo en su versión valenciana.
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Tarsicio Javier Gutiérrez, Marielena Hoyo y Miguel Ángel Castañeda contestaron a El Arca de Arena.
La petición fue “el nombre del lugar donde se extrae el aceite de las
olivas, es la estancia del proceso de las aceitunas y vocablo de origen
árabe”.
La respuesta es “alamazara”. Don
Tarsicio nos comenta: “Una de las mejores clases de aceituna que he
conocido, precisamente cuando la depositaban en la almazara, es la
cornicabra. El producto final es de lo mejor... eso fue en un pueblo de
la comunidad de Madrid”.
El Arca no abandona las
aceitunas en el aceitunero y reclama un galicismo todavía sin carta de
naturalización en el diccionario de la Academia. Sirve para denominar un
paté de aceituna diferente de la olivada, pues incluye anchoas.
Publicado en La Crónica de hoy
02 06 18
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