Abigarrados, estrambóticos y
recientes
Carlos Alberto Patiño
Seguimos
hablando de verbos. Me ocuparé en esta ocasión de los significados de algunos
poco usuales. Raros por su infrecuente uso, unos; otros, por su extraño
significado. También revisaré los que evidencian la falta de rigor de los
académicos para dar carta de naturalización a palabras que en algunas partes se
usan, pero no son necesariamente aceptables, como “ofertar” en lugar de
“ofrecer”.
Verbos hay
como “beberrotear” que es el acto de beber a menudo y en poca cantidad.
“Embermejecer”
es pintar de color rojizo. Se emplea de igual manera cuando se hace que una
persona, generalmente tímida, se ponga colorada.
Sabemos que
“himplar” es el sonido que hacen las panteras (Las voces de los animales,
http://www.cronica.com.mx/notas/2016/991172.html), y no debemos confundirla con
el verbo “himpar” que es gemir con hipo. Nada que ver con “impar” que es una
cifra non.
Beatas y
cristeros viven con “el Jesús en la boca”. La acción de repetir a menudo el
nombre de Jesús es “jesusear”.
“Miar” no es
la acción de expeler orina (esa es con “e”), es el acto de maullar.
Y “zapear”
es ahuyentar a un gato a la voz de “zape”. Eso dice el Diccionario de la
Lengua Española, aunque yo prefiero un directo “sáquese” que igual me sirve
para perros que para humanos latosos. Por cierto el DLE ya incluye para
“zapear” la acepción de cambiar repetidamente de canal en la televisión.
Mire usted,
ahora, este neologismo inútil y espantoso: “cesantear”. Les juro que está en el
diccionario y sólo es despedir a un empleado. No me queda más que jesusear ante
ese disparate académico.
En cambio
“defenestrar” tiene todos los méritos para figurar en el glosario aunque su
significado literal sea un poco violento. Es “arrojar por la ventana” y se
emplea también para destituir a alguno, cesantearlo, si es mal gobernante.
“Ralentizar”
es galicismo aceptado por la Real Academia para decir “lentificar”, que es hacer
lento, desacelerar.
“Peatonalizar”
está de moda en ésta y otras ciudades. Es dedicar espacios, calles enteras a
los peatones.
“Campeonar”
francamente me vuelve a provocar la necesidad de jesusear, pero a nuestros
compañeros de la sección deportes, que de por sí tienen un lenguaje peculiar,
les puede servir el dato de que sí está en el Diccionario como “ganar un
campeonato”.
Creo que
“cranear” no necesita mayores explicaciones.
“Contextuar”
es “acreditar con textos” y no poner en contexto que es “contextualizar”.
En mis años
universitarios, en la Facultad de Ciencias Políticas, ante la persistencia de
muchos compañeros para siempre poner las cosas en su contexto, decíamos “desde
que se inventaron los contextos...” en clara paráfrasis al dicho que se refiere
a los pretextos.
“Simultanear”
me cayó de última hora leyendo un texto sobre científicos. Refiere que Stephen
Jay Gould, considerado el mayor paleontólogo de EU, “simultaneó la
investigación con la divulgación científica”.
Recordé
también el “reciprocar” que le oí a Celia Cruz. Figura en el DLE como
“Hacer que dos cosas se correspondan… Responder a una acción con otra
semejante.”
.-.-.-.-.-
Regaños.
“Un tercio
de los atletas piensan que los arreglos de partidos existen”. Así lo pone el
portal Tennis World.
“El 73% de
afiliados de Habitat prefieren que…” Eso lo dice el sitio Economía y
Negocios on line.
Tenemos un
problema con las concordancias, y es problema extendido en medios virtuales e
impresos.
“Un tercio”
y “el 73%”, como es evidente por los artículos indefinido y definido que
ostentan las expresiones, son singulares. Luego, la concordancia de los verbos
debe ser singular. “Un tercio de los atletas piensa”. “El 73% de los
afiliados prefiere”.
Atletas y afiliados
sí son plurales, pero no son el sujeto, son parte de él, sí, pero “tercio” y
“por ciento” son singulares.
.-.-.-.-.-
Radix. Pregunta Tania Marsilli si existe
la palabra “verborrea”. Sí, quiere decir “verbosidad excesiva”, el empleo
abundante de palabras. Está también “logorrea” que es el habla incontrolable,
una patología. Ambas comparten la raíz griega “rhein”, cuyo significado es
fluir; da la idea de corriente o escurrimiento. Es parte de muchas palabras
relacionadas con la medicina. La tenemos como sufijo en “otorrea”, “gonorrea”,
“piorrea”, “diarrea”, que son escurrimientos de fluidos de diversas partes del
cuerpo: oídos, genitales, encías e intestino.
La
“amenorrea” es la ausencia de flujo menstrual y la “diacriorrea” es el exceso
de lágrimas.
En
“reotaxis” está al principio. La segunda parte es “taxis”, orden, arreglo. El
significado: nadar contra la corriente, como los salmones y muchos
microorganismos.
La vemos en
“catarro”. Y en “ritmo”, como algo que fluye con cadencia.
.-.-.-.-.
El Arca de
Arena, como el
chivo, pegó un reparo con las respuestas que recibió para “el anagrama de la
palabra que designa a un cantante de género afroamericano rítmico y más hablado
que cantado. También lo es del verbo que representa la práctica de una
intervención quirúrgica. Es sinónimo de restauración y de objeción. Es, de
igual manera, acto de famoso chivo.”
La respuesta
“reparo” vino de Bertha Hernández, Marielena Hoyo y Luz Rodríguez. Hugo
Martínez hasta al chivo citó. Eduardo Morales encontró “rapero” y “operar”,
pero no dio el paso final. Y Octavio Martínez escribió: “El cantante de género
afroamericano que es rítmico y más hablado que cantado, es el RAPERO.
A la
práctica de una intervención quirúrgica, se le llama OPERAR.
El sinónimo
de restauración y de objeción, es la palabra REPARO, como sinónimo de
restauración, es la primera persona en singular del verbo reparar, que
significa enmendar o arreglar el menoscabo sufrido por una cosa;
Como
sinónimo de objeción, significa poner atención crítica a algo o a alguien.”
El chivo de
marras aparece en una rima popular: “Un chivo pegó un reparo y en el aire se
detuvo. Hay chivos que tienen madre, pero éste ni madre tuvo”.
Toca pedir
el nombre de un objeto. El Arca se pregunta ¿cómo se llama la pieza o
lengüeta que debe sujetarse al subir o bajar un cierre?
12 08 17
Publicado
en La Crónica de hoy