lunes, 14 de agosto de 2017

Abigarrados, estrambóticos y recientes



Abigarrados, estrambóticos y recientes

Carlos Alberto Patiño






Seguimos hablando de verbos. Me ocuparé en esta ocasión de los significados de algunos poco usuales. Raros por su infrecuente uso, unos; otros, por su extraño significado. También revisaré los que evidencian la falta de rigor de los académicos para dar carta de naturalización a palabras que en algunas partes se usan, pero no son necesariamente aceptables, como “ofertar” en lugar de “ofrecer”.
Verbos hay como “beberrotear” que es el acto de beber a menudo y en poca cantidad.
“Embermejecer” es pintar de color rojizo. Se emplea de igual manera cuando se hace que una persona, generalmente tímida, se ponga colorada.
Sabemos que “himplar” es el sonido que hacen las panteras (Las voces de los animales, http://www.cronica.com.mx/notas/2016/991172.html), y no debemos confundirla con el verbo “himpar” que es gemir con hipo. Nada que ver con “impar” que es una cifra non.
Beatas y cristeros viven con “el Jesús en la boca”. La acción de repetir a menudo el nombre de Jesús es “jesusear”.
“Miar” no es la acción de expeler orina (esa es con “e”), es el acto de maullar.
Y “zapear” es ahuyentar a un gato a la voz de “zape”. Eso dice el Diccionario de la Lengua Española, aunque yo prefiero un directo “sáquese” que igual me sirve para perros que para humanos latosos. Por cierto el DLE ya incluye para “zapear” la acepción de cambiar repetidamente de canal en la televisión.
Mire usted, ahora, este neologismo inútil y espantoso: “cesantear”. Les juro que está en el diccionario y sólo es despedir a un empleado. No me queda más que jesusear ante ese disparate académico.
En cambio “defenestrar” tiene todos los méritos para figurar en el glosario aunque su significado literal sea un poco violento. Es “arrojar por la ventana” y se emplea también para destituir a alguno, cesantearlo, si es mal gobernante.
“Ralentizar” es galicismo aceptado por la Real Academia para decir “lentificar”, que es hacer lento, desacelerar.
“Peatonalizar” está de moda en ésta y otras ciudades. Es dedicar espacios, calles enteras a los peatones.
“Campeonar” francamente me vuelve a provocar la necesidad de jesusear, pero a nuestros compañeros de la sección deportes, que de por sí tienen un lenguaje peculiar, les puede servir el dato de que sí está en el Diccionario como “ganar un campeonato”.
Creo que “cranear” no necesita mayores explicaciones.
“Contextuar” es “acreditar con textos” y no poner en contexto que es “contextualizar”.
En mis años universitarios, en la Facultad de Ciencias Políticas, ante la persistencia de muchos compañeros para siempre poner las cosas en su contexto, decíamos “desde que se inventaron los contextos...” en clara paráfrasis al dicho que se refiere a los pretextos.
“Simultanear” me cayó de última hora leyendo un texto sobre científicos. Refiere que Stephen Jay Gould, considerado el mayor paleontólogo de EU, “simultaneó la investigación con la divulgación científica”.
Recordé también el “reciprocar” que le oí a Celia Cruz. Figura en el DLE como “Hacer que dos cosas se correspondan… Responder a una acción con otra semejante.”
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Regaños.
“Un tercio de los atletas piensan que los arreglos de partidos existen”. Así lo pone el portal Tennis World.
“El 73% de afiliados de Habitat prefieren que…” Eso lo dice el sitio Economía y Negocios on line.
Tenemos un problema con las concordancias, y es problema extendido en medios virtuales e impresos.
“Un tercio” y “el 73%”, como es evidente por los artículos indefinido y definido que ostentan las expresiones, son singulares. Luego, la concordancia de los verbos debe ser singular. “Un tercio de los atletas piensa”. “El 73% de los afiliados prefiere”.
Atletas y afiliados sí son plurales, pero no son el sujeto, son parte de él, sí, pero “tercio” y “por ciento” son singulares.
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Radix. Pregunta Tania Marsilli si existe la palabra “verborrea”. Sí, quiere decir “verbosidad excesiva”, el empleo abundante de palabras. Está también “logorrea” que es el habla incontrolable, una patología. Ambas comparten la raíz griega “rhein”, cuyo significado es fluir; da la idea de corriente o escurrimiento. Es parte de muchas palabras relacionadas con la medicina. La tenemos como sufijo en “otorrea”, “gonorrea”, “piorrea”, “diarrea”, que son escurrimientos de fluidos de diversas partes del cuerpo: oídos, genitales, encías e intestino.
La “amenorrea” es la ausencia de flujo menstrual y la “diacriorrea” es el exceso de lágrimas.
En “reotaxis” está al principio. La segunda parte es “taxis”, orden, arreglo. El significado: nadar contra la corriente, como los salmones y muchos microorganismos.
La vemos en “catarro”. Y en “ritmo”, como algo que fluye con cadencia.
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El Arca de Arena, como el chivo, pegó un reparo con las respuestas que recibió para “el anagrama de la palabra que designa a un cantante de género afroamericano rítmico y más hablado que cantado. También lo es del verbo que representa la práctica de una intervención quirúrgica. Es sinónimo de restauración y de objeción. Es, de igual manera, acto de famoso chivo.”
La respuesta “reparo” vino de Bertha Hernández, Marielena Hoyo y Luz Rodríguez. Hugo Martínez hasta al chivo citó. Eduardo Morales encontró “rapero” y “operar”, pero no dio el paso final. Y Octavio Martínez escribió: “El cantante de género afroamericano que es rítmico y más hablado que cantado, es el RAPERO.
A la práctica de una intervención quirúrgica, se le llama OPERAR.
El sinónimo de restauración y de objeción, es la palabra REPARO, como sinónimo de restauración, es la primera persona en singular del verbo reparar, que significa enmendar o arreglar el menoscabo sufrido por una cosa;
Como sinónimo de objeción, significa poner atención crítica a algo o a alguien.”
El chivo de marras aparece en una rima popular: “Un chivo pegó un reparo y en el aire se detuvo. Hay chivos que tienen madre, pero éste ni madre tuvo”.
Toca pedir el nombre de un objeto. El Arca se pregunta ¿cómo se llama la pieza o lengüeta que debe sujetarse al subir o bajar un cierre? 

12 08 17

Publicado en La Crónica de hoy

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