Carlos Alberto
Patiño
No, a los
testigos se les busca.
A propósito
de la entrega de Giros sobre el verbo haber (“Han habido muchos
errores...”, del 17 06 17), me puse a revisar otras formas en las que puede
haber confusión.
Así, el
título de hoy presenta un flagrante error. Aunque el enunciado tiene un
elemento plural, el verbo, por la forma impersonal, va en singular: “Se busca a
los testigos”.
Nos dice la
Real Academia Española en su página de consultas
(http://www.rae.es/consultas-linguisticas/preguntas-frecuentes) que la palabra
“se” forma dos tipos de oraciones que no debemos confundir, aunque en ambos no
se menciona al sujeto, a quien realiza la acción.
Son las
“oraciones pasivas reflejas” y las “impersonales”.
Las primeras
son del modo “se vende casa”, “se lavan coches”, “se pide calma”.
Nos dice la
Academia que esta construcción sólo se da con verbos transitivos.
¿Recuerdan los
lectores cuáles son ésos?
Los
transitivos son los que para funcionar requieren de dos componentes. Son el
sujeto, aunque no aparezca, y el complemento directo. “Comer”, por ejemplo,
requiere de un comensal y una comida.
“Lupe come
queso”. La forma “come queso” vale con el sujeto implícito (y también con el
imperativo). Explicaban en la escuela que la acción del verbo recae en el
complemento.
Bien,
entonces las oraciones pasivas reflejas llevan “se” antes de un verbo en
tercera persona singular o plural, dependiendo de si la palabra que sigue al
verbo es singular o plural: “Se alquila departamento” o “se alquilan
departamentos”.
A las
oraciones impersonales las llamamos así porque carecen de sujeto visible.
Se construyen con verbos intransitivos y éstos son los que requieren sólo un
actor para funcionar. No requieren un complemento.
“Llorar”,
“adelgazar”, “correr” son ejemplos. Sólo con el sujeto se complementa la
oración, aunque sea implícito.
Para evitar
equivocaciones, la RAE da estas recomendaciones:
“En caso de
duda sobre cuándo utilizar una u otra construcción pueden resultar útiles las
indicaciones siguientes:
“Si el
elemento nominal sobre el que recae la acción verbal expresa cosa, debe
emplearse la construcción de pasiva refleja; por tanto, el verbo ha de ir en
plural si este elemento es plural:
Se hacen
fotocopias.
Se
produjeron irregularidades.
Se
reanudarán los trabajos de rehabilitación.
“Si el
elemento nominal expresa persona y no va precedido de la preposición a,
se emplea también la construcción de pasiva refleja:
Se buscan
actores para la película.
Se
contratarán nuevos trabajadores para el proyecto.
Se necesitan
especialistas en informática.
“Si el
elemento nominal expresa persona y va precedido de la preposición a,
debe emplearse la construcción impersonal; por tanto, el verbo irá en singular
aunque el elemento nominal sea plural:
Entre los
gitanos se respeta mucho a los ancianos.
Se
entrevistó a los candidatos para el puesto.
Se busca a
quienes presenciaron lo ocurrido.”
.-.-.-.-.-.
Regaños.
No seré yo
el que dé un regaño al presidente Vladímir Putin. Menos si no hay la certeza de
que le sea atribuible el error. No sabemos si fue un corresponsal descuidado o
un traductor poco atento a sus quehaceres.
La historia
es ésta. El ruso asistió a un acto de homenaje a los soldados caídos en la Gran
Guerra Patria, como ellos llaman a la Segunda Guerra Mundial.
Había un
fuerte aguacero, pero el mandatario no usó paraguas; ni guardia alguno lo
cubrió.
“Ni siquiera
pensé en cubrirme con un paraguas en el momento de hacer la ofrenda de flores”
explicó después a un grupo de niños a los que contó que durante la guerra los
soldados soviéticos combatían día y noche, ajenos a las condiciones climáticas.
“Allí vivían y allí morían. Es una situación horrible”, dijo y añadió que por
eso le resultó normal permanecer bajo la lluvia. “No estamos hechos de azúcar,
no vamos a derretirnos.”
Como muestra
de carácter, el gesto es bueno, pero resulta que el azúcar se derrite si se le
expone a elevadas temperaturas. Si se mezcla con agua se disuelve. Azúcar en
una sartén a fuego lento se funde, se derrite y se hace caramelo. Un terrón de
azúcar en el café, caliente o frío, se disuelve. Misma sustancia en diferentes
condiciones experimenta transformaciones. Y hay palabras adecuadas a cada caso
que no deben confundirse.
.-.-.-.-.
Radix.
Baris-baro es la raíz griega para peso,
gravedad, carga.
Está en
“barómetro” que es el instrumento que mide la presión a partir del peso de la
atmósfera en una superficie determinada.
“Barítono”,
la tesitura entre el tenor y el bajo. El “barión” es una partícula subatómica
que se forma con tres quarks.
Comparten la
raíz “barísfera”, “bariátrico” y “baria”. Son, respectivamente, el núcleo de la
tierra, lo relativo al peso corporal y la unidad de presión que equivale a una
dina por centímetro cuadrado.
.-.-.-.-.-
El Arca de
Arena pidió el
nombre del “objeto que las momias deben cuidar muy bien. Si esperan recobrar la
vida lo van a necesitar pues ahí encontrarán su corazón, su hígado, su
cerebro.”
“Vaso
canopo” dijeron Octavio Martínez, Tarsicio Javier Espinosa, Alex Rubio,
Marielena Hoyo y Eduardo Morales.
Mangel y
Bertha Hernández sabían que habían visto la palabra en su libro de momias…
Fueron a consultarlo (Momias, de la colección de Google “e. explora”
publicado por la editorial Cordilleras) y dijeron “vaso canope”, que es como la
palabra viene en el Diccionario de la lengua española.
Wikipedia admite las dos formas.
Octavio
Martínez nos informa y corrige: “Había 4 (vasos): Amset para estómago e
intestino grueso; Hapi para el intestino delgado; Duamutef para los pulmones y
Quebesenuf para el hígado y la vesícula. El corazón y los riñones quedaban en
su lugar y en cuanto al cerebro no se conservaba pues al extraerlo a través de
la nariz queda destruido.”
La palabra
que halló El Arca entre sus arenas me sorprende por su origen, pero está
en el diccionario. Pienso que es una muestra del tipo de inclusiones que
criticamos a los académicos.
Es un
sustantivo que refiere un error por mala apreciación, que ocurre por falta de
verdadera reflexión.
15 07 17
Publicado
en La Crónica de hoy