miércoles, 4 de mayo de 2016

¿De qué se quejan los correctores?



Carlos Alberto Patiño

La pregunta se la hice a colegas de éste y otros medios. A parte de que expresaron su desacuerdo con el “Hoy No Circula”, tienen problemas con su expareja o tienen hijos adolescentes, respondieron al sentido de la pregunta.
Es el reverso de la moneda de mi texto “¿Dónde están los correctores?” (http://giroscronica.blogspot.mx/2016/04/giros260316-donde-estan-los-correctores.html).

Ahora toca que ellos se expresen, que nos digan dónde están las fallas, donde yerran los reporteros, editores, colaboradores y columnistas.
Uno de los correctores convocados, de inmediato dijo “...Lo que más puede complicar la chamba son los textos farragosos, porque los dedazos, acentos, faltas de concordancia, pues, vaya, eso es labor del corrector. Sin embargo, cuando la nota es confusa, aclarar qué es lo que se quiso decir lleva tiempo y esfuerzo.”
Alguien más se quejó de articulistas y corresponsales a los que hay que rehacerles las notas y reclaman a los editores que las revisen antes de pasarlas a la plana.
Dicen, creo yo que con razón, que una cosa es corregir y otra redactar. La redacción, señalan, le toca al que escribe.
Otro personaje de las mesas de redacción me dijo: “Abundan los lugares comunes más estúpidos: ‘fue entonces cuando’, ‘en el marco de’, ‘se dio a la fuga con rumbo desconocido’, ‘ a saber’...”
Y me señala una nota de La Jornada online, sobre  el tal Julión. La nota hablaba de “misoginia  contra las mujeres” (que es un poco más exacta que la homofobia contra las arañas, le dije).

No bien había terminado de enviarme su comentario, cuando se encontró una perla de magnitud y oriente incomparables: “Algo que es muy importante mencionar, cuando estábamos frente a la gente del Ministerio Público”

Aprovecho la referencia a la institución judicial para aclarar que el Ministerio Público no es una persona. Suele ponerse en las notas como el MP, y de pronto, por un pase mágico, se hace la metonimía, y el MP se convierte en ser que dice, hace, determina.
Y se nos pierde la persona, el agente, que es quien lleva las diligencias.
¿Qué más señalan los correctores?
Bueno, pues se quejan de la frecuencia con la que los reporteros se equivocan con nombres y cargos.
En el extremo, señalan equívocos como Federico Reyes Heroles, cuando es Jesús. Y con Jesús, aguas, porque el de ahora es homónimo de su padre.
Con los gobernadores Duarte hay que poner cuidado extremo. No lo dicen los correctores, en este diario ya metimos la pata.
Y ahí nos vienen los Yunes. Compañeros internos y externos dedicados a las páginas físicas y virtuales, cuidado. En un click le atribuimos las hazañas de uno al otro.
Gerundios, punto y coma, nombres propios de empresas y municipios. Los nombres de las instituciones…  Mis correctores están hablando de descuidos, no de fallas de conocimiento. Y eso tiene tan fácil solución: Revisar antes de mandar.
La lista de reclamos es larga. Fechas, números, datos. Perspectivas y magnitudes. Cultura, conocimientos elementales…
Aquí les tengo guardado un ejemplo de reporteros y correctores. Un periodista habló del corazón y falló de cabo a rabo. Decía que nuestro órgano tenía un ventrículo y dos aurículas. ¡Demonios!, Desde Leonardo y Vesalio, pero sin duda desde Harvey, sabemos que nuestro corazoncito, ése que se apasiona y se infarta, tiene dos aurículas y dos ventrículos. Editor y corrector lo dejaron pasar.
Pregunto al corrector, ¿Cómo se te fue?. Respuesta. ¿También tenemos que saber de eso? Respuesta: Sí. Añadido. ¿En la primaria te pidieron tu esquema del aparato circulatorio, verdad? Ahí estaban las dos aurículas y los dos ventrículos. Bueno, quizá ahora en internet encuentres un corazón humano sin sus cuatro cavidades. De todo hay en la red.
.-.-.-.-

El Arca de Arena recibió con gusto la inmediata respuesta de nuestra historiadora de planta Bertha Hernández. El ser que es agente de justicia que también sirve para abrochar y posee una función ortográfica es el “Corchete”. Marielena Hoyo también dio con la respuesta.

El Diccionario de la Real Academia dice:

“corchete”

Del fr. crochet 'ganchillo'.
1. m. Especie de broche, compuesto de macho y hembra, que se hace de alambre, de plata u otro metal y sirve para abrochar algo.
2. m. Macho del corchete.
3. m. Pieza de madera, con unos dientes de hierro, con la que los carpinteros sujetan el madero que han de labrar.
4. m. Signo ortográfico doble ([ ]) usado para incluir información complementaria o aclaratoria en un texto; con tres puntos suspensivos en su interior, para indicar la omisión de parte del texto citado y, en fonética, para encerrar las transcripciones.
5. m. Parte final de una dicción o período que, por no caber en el renglón, se pone encima o debajo de él, y suele ir precedida de un corchete.
6. m. Agente de justicia que se encargaba de prender a los delincuentes.

Bueno, El Arca complacida con la respuesta, rebusca y encuentra la piedra que fue desecho de dinosaurio, un detritus con alto valor en la paleontología.

30 04 16

Publicado en La Crónica de hoy
 

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