lunes, 16 de octubre de 2017

Hartas dudas



Carlos Alberto Patiño
 




La Academia Mexicana de la Lengua, como la Española, aclara dudas a los hablantes que requieren explicaciones en aspectos gramaticales, ortográficos y de significado de algunas palabras.
Lo hace en la sección “Espín” de su página oficial.
“Espín”, según la Wikipedia, “es una propiedad física de las partículas elementales por el cual tienen un momento angular intrínseco de valor fijo”. Y esto no tiene qué hacer aquí.
El “espín” que nos ocupa, el de la Academia, es el acrónimo de “Español inmediato”. La sección se compone de dos apartados: “Respuestas” y “Sabías que”. Entrambos suman 390 resultados, 315 para el primero y 75 para el segundo.
¿Qué le preguntan los ciudadanos a la Academia?
Por ejemplo, si son correctas “las voces abogacía, secrecía y privacía”.
Responde la Comisión de Consultas de la Academia Mexicana de la Lengua:
“Es correcto el uso de abogacía y significa ‘profesión y ejercicio del abogado’, ‘conjunto de los abogados en ejercicio’.
“En cuanto a los vocablos secrecía y privacía, se trata de la adaptación de las voces inglesas secrecy ‘secreto’ y privacy ‘privacidad’.
“El anglicismo secrecía está integrado al español y significa ‘condición de secreto’. No existe en nuestra lengua una voz equivalente. Su uso está consolidado en los ámbitos político, legal y económico.
“De privacy, se derivaron dos formas en español, una con la terminación –idad, privacidad, y otra con–ía, privacía, para referirse a la ‘cualidad de privado o no público’, o al ‘ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión’. Si bien ambas son anglicismos creados de conformidad con las reglas de nuestra lengua, se recomienda el empleo de privacidad por ser la más generalizada y se desaconseja privacía en la expresión formal, así como en el uso general culto. Hay que señalar, sin embargo, que cada vez es más frecuente en América esta última voz, concretamente en México, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Bolivia y Uruguay, tal y como lo señala el Diccionario de americanismos (Asociación de Academias de la Lengua española, Lima: Santillana, 2010)”
Recomienda la Comisión consultar el texto “Privacía” de José G. Moreno de Alba, Lo puede encontrar en la página de la AML, en el apartado Minucias del lenguaje (http://www.academia.org.mx/universo:lema/obra:Minucias-del-lenguaje).
La Comisión encargada de resolver las dudas está presidida por Gonzalo Celorio y la componen Adolfo Castañón, Ruy Pérez Tamayo, Margit Frenk, Vicente Quirarte, Felipe Garrido y Patrick Johansson. Como gabinete están las doctoras Axel Hernández Díaz, Norohella Isabel Huerta Flores y Georgina Barraza Carbajal.
Alguien pregunta si deben usarse acentos en los latinismos y extranjerismos.
Responden los expertos: “Cuando una palabra del latín o de otra lengua extranjera está incorporada al inventario léxico del español, debe seguir las reglas generales de acentuación, como currículum y pódium del latín curriculum, podium, respectivamente; váucher y baipás del inglés voucher, bay-pass.
Desde la formación del español, heredamos del latín un amplio banco de palabras; además, en distintas épocas, se ha recurrido “de forma directa o a través de otras lenguas” a la incorporación de nuevos latinismos. Cuando las voces latinas son de uso generalizado, se consideran como parte de la lengua española y se ajustan a sus reglas ortográficas, tal es el caso de déficit, fíat lux, ad náuseam, álter ego. Por el contrario, cuando un latinismo no es compartido por la mayor parte de la comunidad de hablantes, se conserva la forma cruda y se recomienda asignarle una marca (cursivas o comillas) para indicar que la palabra es distinta del léxico español, por ejemplo, frigidarium, caldarium, apodyterium.”
Sobre el uso de la “y” ante palabras que empiezan con “i” o con “hi” como “hirieron”, nos dicen que “La forma correcta es e hirieron. De acuerdo con la regla, la conjunción y se cambia por su variante e ante palabras que empiecen con el sonido /i/: Eres único e irrepetible; Necesito aguja e hilo. Como la h es muda, el sonido inicial de hirieron /iriéron/ es la i, de modo que hay que aplicar la regla y cambiar la conjunción y por e.”
Sobre el uso del término “afirmativo” tan del gusto de policías y militares, explican:
“Es correcto responder con la palabra afirmativo para dar por cierto algo. Se trata de una expresión propia de la jerga policial que se ha extendido a otros contextos comunicativos: – ¿Vas a llegar tarde hoy?–Afirmativo.”
Pregunta “¿Años ochenta o años ochentas?”
Aclara la Academia: “Las expresiones de las décadas para referirse a los periodos de diez años se deben escribir con numerales cardinales en singular: los años ochenta, la década de los ochenta. O bien, se pueden escribir con cifra: los años 80, la década de los 80. Son incorrectas las formas: *los años ochentas o *los años 80´s, ya que se trata de un calco del inglés. Cuando se prescinde de la palabra años lo usual es decir los veinte, los cincuenta, los ochenta.”
Sobre el barbarismo “apeido”, los académicos dejan en claro que “La palabra correcta es apellido. Se escribe con doble ele.”
Una pregunta más “¿Qué significa la palabra copinado?” Les juro que nunca había oído ese término. La explicación académica es: “El adjetivo copinado, -a es propio del español de México. Se utiliza para decir que alguien que se parece a otra persona: el niño es copinado a su papá”. Insisto, en mi entorno nadie es “copinado”
Seguirá dando temas el Espín de la Academia, ya lo veremos.
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Nuestra incansable lectora y colaboradora, doña Marielena Hoyo, se encarga esta vez de los regaños:
“En la sección de La Imagen se publicó, primero, la foto de un perro tras una ventana, que por su apariencia semeja ser un chihuahua, y el texto, hasta en dos ocasiones, lo refiere como “caniche”, que no aplica en este caso como un despectivo derivado de can, al hacer referencia a una raza específica: los poodles.
“Al día siguiente, La Imagen documentó una bandada de estorninos y el texto los refiere como “avechuchos”, como si se tratara de un ave desagradable, siendo que los estorninos son realmente hermosos.”
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El Arca de Arena pidió la palabra “que describe la acción de poner un palo o caña para mantener derecha una planta. El sustantivo del que deriva el verbo puede también ser tutor a criado anciano que se destinaba como compañía a las señoras”.
La respuesta de Marielena Hoyo fue “Los rodrigones, cuya acción se traduce en rodrigar, arrodrigar o arrodrigonar, como también la encontré.”
Esta vez El Arca toma una de las consultas a la AML. Sería sinónimo de “amok” (¿Se acuerdan de “La kafkiana K”?) y es también una bebida refrescante preparada con una gramínea que se usa como alimento y como forraje.


  14 10 17

Publicado en La Crónica de hoy 


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