sábado, 12 de noviembre de 2016

Más jergas


Carlos Alberto Patiño 
 
Ius semper loquitur se llama el auditorio de la Facultad de Derecho de la UNAM. Quiere decir, “El derecho siempre resplandece”.
Ius o jus es palabra fundamental en la jerga jurídica.
Como en ius solis, ius sanguinis, que son términos para establecer la nacionalidad por el derecho de sangre (por herencia) o por el derecho de suelo (por el lugar).
¿Se acuerdan de Porfirio Muñoz Ledo, cuando quería ser gobernador de Guanajuato? Todo el lío que armó para que, como nacido en la Ciudad de México se le reconociera el derecho (ius sanguinis) para contender por la gubernatura, que no ganó.
El derecho está pletórico de latines (latinajos les decimos despectivamente). Esto se debe a que la base del derecho contemporáneo es el derecho romano.
Es vasto ese continente. No soy yo quien pueda acometer la aventura de incursionar en tan extenso territorio. Solamente diré que, como periodistas, muchas veces topamos con la jerga jurídica y tropezamos o dudamos.
Tal ese el caso con el amparo. Nos llega la Información de que un juez dio entrada a un recurso de amparo y entonces concede la “suspensión provisional”. Y ese “provisional nos despierta recelo. El jefe de información pregunta “¿Está o no amparado el ex gobernador que suma recursos y recursos?
El reportero responde dudoso “Sí… por mientras”.
Si el amparo es definitivo, el ex gobernador está a salvo de la acción de la justicia, si no, no salimos de la maraña.
Se pide un amparo ante una acción de las autoridades no justificada. (DLE: amparar, proteger).
El quid del asunto es que, inocente o culpable, el que pide amparo tiene derecho a que el juez revise su caso, y entonces conceda la suspensión provisional al solicitante. Si después de la revisión de la causa concluye que hay falla de la autoridad, establece la salvaguarda.
Si el abogado del “indiciado” es hábil, lo consigue con independencia de la inocencia o culpabilidad del solicitante.
¿Recuerdan al Abogado del Diablo o Abogangster, Bernabé Jurado? Fue el que salvó al junky y escritor beat William Burroughs de la cárcel por el asesinato de su esposa cuando, en una borrachera, le disparó a la cabeza con una colt 45 jugando a Guillermo Tell.
“Chicanadas” es lo que hacía este leguleyo para salvar a sus defendidos. “Chicanada”: trampa, argucia jurídica para saltarse la ley.
De cujus, así, en latín, nos deja perplejos a los ignaros. En sentido laxo se refiere a un difunto. Literalmente es “del cual” y en derecho ese del cual es el sujeto del que depende la herencia, es decir del que muere.
“El de la voz” pasa a otra jerga, no sin muchas dudas.
Los científicos tienen lo suyo. De hecho cada disciplina tiene su conjunto de términos.
Empecemos con la hipótesis, que, contra lo que piensan muchos estudiantes próximos a elaborar su tesis, no es una pregunta sino una suposición, una propuesta de solución.
Tienen los químicos palabras como ácido o base, moléculas, cadenas, compuestos. Geles y aleaciones; polímeros y alcanos…
Los físicos tienen átomos, fuerzas, estados cuánticos. Hay o no hay un gato por ahí. Está la inercia y la fricción. La termodinámica como principio inviolable y la incertidumbre. Sabores, encanto, spin…
En los deportes hay otro universo. Aquí van ejemplos de encabezados periodísticos: “El Tri con todo el arsenal ante EU”, “Fenerbahce le pega al Manchester United”, “Cruz Azul firma empate sin goles con Pachuca”, “Inicia Tricolor de básquet su sueño olímpico a Río”, “Cruz Azul y Santos están en espiral del descenso en Liga MX”, “Se busca nuevo maquinista para Cruz Azul”.
.-.-.-.-.-.-
Regaños. Escribe un reportero: “La fecha de las elecciones de EU se acerca cada vez más…” Ni modo que una fecha se acerque menos.
Una de agencias: “Un nuevo sismo se registró en el centro de Italia” Si ya es grave el fenómeno telúrico, que sea nuevo nos sorprende. Quizá al periodista le ha tocado cubrir el caso de un viejo sismo.
.-.-.-.-.-.
Marielena Hoyo aporta un término sobre la jerga periodística: “Están los famosos ‘borregos’, ya sabe, cuando se deja uno llevar por una información que de forma premeditada alguien corrió, era falsa, y de pilón se publicó”.
A la pregunta de El Arca de Arena respondieron Marielena Hoyo, Tania Marsilli y Octavio Martínez.
Los tres coinciden en “onicomadesis” como el término para el desprendimiento de la uña. Octavio Martínez añade otra palabra:
Onicoptosis cuya etimología griega es onyx = uña y piptein = caer.
En realidad yo estaba pensando en otro vocablo: “Onicolisis”.
Así que tenemos varios ejemplos de la jerga médica para un solo fenómeno.

El sitio Dermatología Cosmética, médica y quirúrgica explica:
“El aparato ungueal puede verse afectado por desprendimientos proximales y distales de la lámina. De ellos, el más común ocurre a nivel distal y se conoce como onicolisis, en tanto que la separación proximal, denominada onicomadesis, permite el crecimiento de la uña debido a que el lecho ungueal no sufre daños. Con todo, este signo tiende a pasar inadvertido o es erróneamente diagnosticado como onicomicosis.”
http://dcmq.com.mx/edicion-abril-junio-2013-volumen-11-n%C3%BAmero-2/159-onicomadesis-descripcion-de-12-pacientes.
Hoy El Arca busca una palabra de la jerga jurídica que describe la apropiación de un bien por el uso o posesión prolongada.
 
12 11 16
 
Publicado en La Crónica de hoy

No hay comentarios:

Publicar un comentario