sábado, 11 de marzo de 2017

Adivinaciones, augurios, presagios, incertidumbre...


Carlos Alberto Patiño

La predicción, la anticipación, el pronóstico son inquietudes humanas. Pronostica el meteorólogo, anticipa el corredor, predice el mago.

Hay bases para hacerlo, como cuando se anuncia una tormenta, la temporada de huracanes o el paso de un cometa.

Las disciplinas científicas tienen la cualidad de predecir (ojo, no de adivinar).

Topa la ciencia con el Principio de Incertidumbre. Ese que estableció Werner Heisenberg y que señala que es imposible saber simultáneamente la posición y la cantidad de movimiento de una partícula.

Pero a la magia no le importan esos límites y sus practicantes son legión apasionada.

En el diccionario hay una buena cantidad de palabras relacionadas con los augurios. Nos ocuparemos de algunas, las que comparten la raíz griega “mancia” cuyo significado es adivinación.

Conocido es que la “cartomancia” es la predicción por medio de las cartas como el tarot o la baraja española.

De la “nefelomancia” ya habíamos hablado en este espacio. Recordemos: “nephelo”, nube. Lo vimos cuando El Arca de Arena pidió la cortazariana palabra “nefelibata”, el que vive en las nubes.

Bien, la “nefelomancia” es la adivinación por la forma de las nubes.

Como para todo hay gustos, existe la “uromancia”, arte que se vale de la orina para predecir y que se nos cruza con la historia de la medicina, pues los análisis de los detritos servían, desde la antigüedad, para el diagnóstico médico. Por ejemplo, la orina se probaba para ver si era dulce, síntoma de la diabetes.

La “nigromancia” o “necromancia” es la adivinación por la invocación a los muertos. No podemos dejar de recordar a nuestro liberal ateo El Nigromante.

La “geomancia” se vale de los trazos hechos en la tierra y la “hidromancia” de la observación de los líquidos.

¿Y la “alectomancia”? ¿A qué nos suena? Es la predicción por el canto del gallo.

No encuentro una “hepatomancia”, pero la interpretación de los designios por el análisis de las entrañas era tarea de los arúspices.

La “capnomancia” es el uso del humo para identificar presagios. La “catotropmancia” se vale de espejos (“espejito, espejito”) y la “ceromancia” se aplica a las formas de las velas derretidas.

Los “rabdomantes” son personajes que ofrecen encontrar agua utilizando una vara bifurcada.

“Espatulomancia”, “heteromancia” y “piromancia” se apoyan en los huesos de los animales, el vuelo de las aves y el fuego, respectivamente.

El café se lee mediante un complejo ritual que incluye la preparación de la bebida, el uso de recipientes especiales, giros a la taza, concentración e interpretación de la forma de los residuos.

En la “quiromancia” se pone atención en las líneas de la mano: la de la vida, la de la cabeza y la del corazón. De igual manera,se analiza la forma de las protuberancias, llamadas montes, y asociadas con los planetas, así como los pliegues de la muñeca.

Con las manos, asimismo, se practica la “onicomancia” que es la interpretación de la forma y consistencia de las uñas.

La “lecanomancia” está así definida en el Diccionario de la lengua española: “Adivinación por el sonido que hacen las piedras preciosas u otros objetos al caer en una jofaina.” Como los juegos de internet.

Rayos y tempestades dan lugar a la “ceraunomancia”.

Con el auxilio de los demonios se practica la “demonomancia”.

Abrir un libro en una página al azar e interpretar un párrafo es la “bibliomancia”.

La interpretación de los sueños como señales del futuro es la “oniromancia”. Hacer la interpretación de las ensoñaciones como símbolos de hechos pasados es psicoanálisis.

La “ornitomancia”, como la antedicha “heteromancia” es la interpretación del vuelo, aunque ésta también incluye el canto de las aves.

Dicen que nombre es destino y eso admiten los creyentes en la “onomancia”.

Con los dados se practica la “astragalomancia” que también es adivinación con los huesos del pie. El llamado astrágalo tiene forma de hexaedro.

“Onfalomancia” es la predicción por la forma del ombligo. Gutierre Tibón se fijó en esta región corporal, más allá de las premoniciones y escribió dos grandes y deliciosos ensayos: El ombligo como centro erótico y El ombligo como centro cósmico.

La “trashumancia” nada tiene que ver con la adivinación. Es la acción y efecto de “trashumar” y esto es desplazarse. La raíz en este caso es “humus”, suelo.

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Sobre las cremas o diéresis, Gerardo Galarza preguntó “¿Hay alguna razón por la que esas “cremas” se usen sólo sobre la u.? En las lenguas nórdicas, si así les llama, se le encuentra sobre otras vocales, especialmente sobre la o.

Pues en español sólo en la “u” y sólo entre la “g” y las vocales “e”, “i”. Antes se ponían también después de la “q”. (La “ï” es de la poética).

La Wikipedia explica que “En aimara, la diéresis indica un alargamiento vocálico, como en pä”...

En francés, griego y neerlandés, la diéresis sirve para indicar que, en un par de vocales, la segunda debe ser pronunciada de forma separada en lugar de formar parte de un diptongo o ser muda, como es el caso del francés aigu /e:’gü/ (agudo) que pasa al femenino como aiguë /e:’gü/, puesto que sin diéresis sería /e:g/; o el adjetivo naïf /na’if/, sin diéresis sería /ne:f/. El idioma galés también usa la diéresis para este propósito, al indicar generalmente la vocal más fuerte. En el francés también se emplea para indicar la silabificación, por ejemplo, Gaëlle y païen. Se llama tréma en francés y trema o deelteken en neerlandés.”

Hay otro signo similar, el “umlaut” del que dice Wikipedia: “En el idioma alemán existe una forma especial para las vocales, que se denomina Umlaut (um- = cambio, transformación, Laut = sonido) y se usa para indicar un cambio en la pronunciación de las vocales a, o y u. El umlaut evolucionó de las ligaduras æ y Å“ a una ‘e’ Sütterlin escrita sobre la letra, lo que parecía ser dos puntos o dos barras verticales.”

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Regaños. Celebra grupo Radio Centro el quincuagésimo aniversario de dos materiales de los Beatles.

Lo hace con un concierto, pero en su promoción radiofónica, el locutor dice: “...este año, serán acompañados con sinfónica en conmemoración al 50 Aniversario de los albums legendarios Sgt. Pepper’s Lonely Heart’s Club Band & Magical Mystery Tour.”

Pues nada, que el plural de “álbum” es “álbumes”, no “albums” (y menos “albuns”, no se les vaya a ocurrir). Y eso de “conmemoración al” tampoco va bien. “Conmemoración del” es la forma.

En el noticiero de Denise Maerker, en Televisa, dan la nota de que los neandertales ya concocían el uso terapeútico de analgésicos y antibióticos. Tras la conductora, se lee “neardental”. Debe ser porque la investigación se hizo en fósiles de los dientes de esos Homo sapiens neanderthalensis.

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Radix. “Paleo” quiere decir antiguo, viejo, primitivo. Es raíz que se encuentra en palabras como “paleontología”, la disciplina que se ocupa de “los seres orgánicos desaparecidos a partir de sus restos fósiles” (DLE).

Está también en “paleografía”, el estudio de la escritura y de los signos y documentos antiguos.

“Paleolítico” o edad de la piedra antigua o primera Edad de Piedra.

“Paleocanal” es una antiguo canal relleno con sedimentos, como el de Chicontepec, vasto depósito petrolífero.

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Recibió respuesta alienígena El Arca de Arena: “Ricachá” es como llaman en Marte al Chachachá. Lo sabemos por el cubano Rosendo Ruiz.

Francisco Báez, Bertha Hernández, Cinthia López y Luz Rodríguez conocían la palabra y Mangel se acordó de la canción, pero no del término.

Francisco Báez recordó, además, el nombre marciano del Tío Martin, el de la serie Mi marciano favorito. Es Eximius 12 ½, aunque como es nombre propio, no cuenta para los efectos de El Arca.

Se pregunta El Arca, ¿cómo se llama la espuma que se forma en la cerveza, ésa crema indispensable en un buen tarro y que la mayoría de bebedores nacionales prefiere que no se forme con la consecuente pérdida de cualidades de la bebida?

11 03 17

Publicado en La Crónica de hoy






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