Carlos
Alberto Patiño
SÃ, el
hubiera existe como forma verbal, pero no como realidad. Es una conjugación en
modo subjuntivo, por lo tanto irreal.
Veamos.
El
subjuntivo, a diferencia del indicativo
—que es el modo de la realidad— expresa posibilidades, deseos, hipótesis, duda. Es el predominio de la subjetividad.
—que es el modo de la realidad— expresa posibilidades, deseos, hipótesis, duda. Es el predominio de la subjetividad.
Según la Nueva
gramática de la lengua española (RAE), las diferencias básicas entre los
dos modos son que el indicativo “se refiere a lo que se comunica, se conoce, se
acepta, se cree o se percibe y el subjuntivo nos remite a estados vistos como
una evaluación, una emoción, una intención o una acción ejercida sobre algo o
alguien.”
Los tiempos
del modo subjuntivo son: presente, pretérito imperfecto, pretérito perfecto,
pretérito pluscuamperfecto, futuro, futuro compuesto.
Recordemos
que la cualidad de imperfecto de los tiempos es que representan acciones sin
acabar. Son los tiempos simples.
Los
perfectos, seguimos recordando, nos dan la idea de acciones concluidas.
Los tiempos
compuestos se conjugan con el auxiliar haber.
La Academia
Mexicana de la Lengua (AML), en su sección de consultas frecuentes, explica asÃ
los usos de los tiempos del subjuntivo:
El presente
sirve para enunciar acciones abiertas o imperfectas (las que no han concluido).
Nos dice la AML que el presente de subjuntivo posee tres valores. “De presente:
Quiero que hoy te portes bien; de futuro: Necesito que vengas mañana.
Y de mandato o de deseo: Que vengas; Que te vaya bien; El señor esté con
ustedes.”
El pretérito
imperfecto tiene estas aplicaciones, siempre según la AML: “Expresa acciones no
terminadas en el pasado o en el futuro, dependiendo de las marcas temporales
que lo acompañan.
“Situación
irreal o supuesta en el pasado: No creà que viniera Juan a la fiesta de
anoche.
“Situación
irreal o supuesta en el futuro: Me gustarÃa que cantaras en mi boda.
Al futuro lo
deberÃamos dejar en el pasado, pues es de poco uso. Representa acciones
condicionadas, concesivas o dependientes de un relativo. Veamos lo que dice la
Academia.
“En
condicional: Si el propietario supiere esta situación, deberá denunciarlo a
la policÃa.
“Uso
concesivo: Aunque fueren maldicientes, no está bien.
“En oración
de relativo: Convendré en la que eligieres.
“En dichos
(uso actual): A donde fueres, haz lo que vieres.”
Ahora
tenemos un tiempo compuesto, el pretérito perfecto compuesto. Este tiempo se
ocupa, sigue la AML, con un “valor retrospectivo (hacia el pasado): No creo
que haya estado bien lo que hizo.”
Y con un
“valor prospectivo (hacia el futuro): Espero que no se haya terminado la comida
todavÃa.”
Llegó el
pretérito pluscuamperfecto: “Con frecuencia, señala la Academia, aparece en
oraciones que expresan una condición.
“Situación
irreal o supuesta en el pasado: MatarÃa a un hombre que se hubiera acostado
contigo antes; Te habrÃa encontrado si hubiera llegado temprano.
Y si al
futuro simple deberÃamos haberlo abandonado, al futuro compuesto también, ya
que, nos dicen los académicos, “se trata de un tiempo en desuso y propio del
lenguaje jurÃdico.”
“Aparece
siempre en oraciones condicionales, concesivas (en las que hay una concesión) o
de relativo (introducidas por un pronombre relativo). Ejemplo: Si hubiere
habido inconformidad, se deberá presentar la protesta ante el juzgado.
En realidad
no debemos omitir ningún tiempo, aunque lo empleemos poco.
En nuestro
idioma hay expresiones que prefiguran el subjuntivo. Es el caso de “a no ser
que...” (...usted venga, nada se podrá hacer); “mientras...” (...yo pague tus
estudios, te exigiré resultados).
Otras son
“con tal de que...” (...vengas, te pago el viaje); “es fundamental...” (...que
leas o no te enterarás). “Es importante...” (...que veas al doctor); “es
posible”, “posiblemente”, “quizá...” (...te pague esta semana), “basta...”
(...con que me mires y volveré).
Sólo son
unos ejemplos. Hay otras expresiones, por supuesto.
.-.-.-.-.-
Regaños.
Otra vez la
televisión. Dice el conductor: Alertan en Tamaulipas por la presencia de
insectos ponzoñosos. Las imágenes son de ¡telarañas! en paredes y ventanas.
Seguro que
la culpa no es del periodista a cuadro. No sabemos si lo es de su reportero o
de su productor.
¿Qué hacÃa
el personaje responsable de esas imágenes durante sus años de preparatoria?
Las arañas
no son insectos. Tampoco los alacranes. Los arácnidos tienen ocho patas; los insectos
seis. Ninguna araña ni escorpión posee alas, mientras que la mayorÃa de los
insectos sÃ. Eso sÃ, ambos son artrópodos (que tienen patas articuladas), pero
también los son los camarones y los cangrejos y nadie los confunde.
.-.-.-.-
Radix.
Recién me entero de la aparición Nos ancêtres les Arabes, ce que notre
langue leur doit. Es obra de
Jean Pruvost, profesor de lexicologÃa y de historia de la lengua francesa, asÃ
como colaborador de Le Figaro.
Es una
revisión de la historia de la influencia del árabe en el francés. Lo menciono
por la Radix de la semana pasada, que, casualmente, se referÃa a la
influencia de esa lengua en el español.
A los
franceses la huella no les quedó de la invasión de los moros, pues Carlomagno
los contuvo, aunque perdió a Roldán, su mejor hombre, en Roncesvalles. Les
viene de su presencia en el Magreb, especialmente en Argelia.
Hay muchas
coincidencias entre las palabras que llegaron a ambos idiomas, como café,
babuchas, truchimán, cifra, algoritmo, álgebra, almirante, arsenal.
La obra de
Pruvost incluye 400 palabras francesas de origen árabe. Hay más, claro. También
proporciona el dato de que el árabe ocupa el tercer lugar entre las lenguas de
influencia en el idioma galo.
.-.-.-.-.-.-
El Arca de
Arena se quedó
sin la respuesta correcta. “El verbo que corresponde a la acción que, para
aclarar la garganta, ejecuta quien va a iniciar un discurso o finge una
afección o quiere hacer una señal a otro para que se detenga al hacer un
comentario” es “destoserse”. Marielena Hoyo y Hugo MartÃnez propusieron
“esgarrar”, que se aproxima, pero es una acción con el fin de eliminar las
flemas y “destoserse” es fingir. Ella añade “esputar”, pero enseguida la
descarta.
Prueba El
Arca esta vez con un anagrama del plural de la palabra que describe el acto
de parir. Es parónimo de un conjunto de combatientes. Aunque muchos, dicho en
tono coloquial, tengan algunas damas, siempre se quejan de su carencia.
01 0717
Publicado
en La Crónica de hoy
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