Carlos
Alberto Patiño
Mucho ruido
hizo en las redes el anuncio del escritor, periodista y académico Arturo
Pérez-Reverte sobre la aceptación de “iros” como imperativo pronominal del
verbo “ir”.
Comentó en
Twitter la especialista en temas del lenguaje Laura García (@lauentutiter)
“¿Qué será lo siguiente, ‘fuistes’, porque ‘todo el mundo’ lo dice? Ojo, la RAE
sigue recomendando como correcto ‘idos’ frente a ‘iros’.
Sobre la
desaparición de los acentos, también obra de la Academia, Luz Rodríguez
escribió: “Sigo con mi coraje... Por qué en lugar de analizar bien qué nuevas
palabras aprueban, se ponen a “desmadrar” (no sé si la RAE apruebe ésta)
nuestro bello idioma y tenemos que aprender nuevas reglas que a mi parecer
generan más caos. ¡¡¡No se vale!!!
“A este paso
al rato escribiré ‘ola k ase’, al fin como muchos lo usan la rae seguramente en
algún momento lo aprobará. (Y rae con bajas porque no la respeto jejeje)”
Iván Gómez
(@sanchessinz) propone: “Yo digo que ignoremos a la RAE”. Y sobre la
desaparición del acento en “sólo” señala: “Entiendo que en la escritura
habitual se pueden evitar ambigüedades. ¿Pero si un poeta desea escribir “sólo
estaba solo”?
Tal es el
descontento que tienen algunos hablantes con la Real Academia.
Tal es la
inquietud con las normas que rigen nuestro idioma.
Las lenguas
cambian, dicen los lingüistas. Es inevitable, dada su evolución, pero es
necesario mantener un orden.
Escribí en Giros
a propósito del extendido (mal) uso de la palabra “bizarro”:
“Los idiomas
cambian y lo hacen todo el tiempo. Si no fuera así, por aquí andaríamos
hablando latín, o el primer protoidioma humano.
“Los cambios
en el lenguaje, desde significados, formas de escribir o pronunciación, son
como las mutaciones en los seres vivos.
“De pronto
se produce un error en la transcripción del código genético. Si el resultado
deviene en una transformación que mejore las expectativas de supervivencia, la
mutación hace evolucionar a la especie, si no el ente desaparece.
“De esa
cualidad proteica del lenguaje surge la necesidad de normar, de poner reglas.
De otra manera acabaríamos en una Babel.
“Sería como
el reinado de Humpty Dumpty, donde las palabras significaran lo que a cada uno
le diera la gana. Y así no serviría. Si el lenguaje no es producto
convencional, si no parte de un uso común, no funciona. Por eso hay
diccionarios y gramáticas.”
La Real
Academia Española nació en 1713. Formalmente la correspondiente de México lo
hizo en 1875.
El lema de
la RAE define sus quehaceres: “Limpia, fija, da esplendor” (como el Ajax o el
Maestro Limpio, según Bertha Hernández).
Más allá del
gracejo, eso es lo que esperamos de la Academia, que ayude a mantener el orden,
no que se convierta en ancha puerta para disparates que no dan esplendor al
lenguaje sino que lo empobrecen.
De hecho, en
los estatutos de la RAE se dice que:
“La Academia
es una institución con personalidad jurídica propia que tiene como misión
principal velar porque los cambios que experimente la lengua española en su
constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial
unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico. Debe cuidar igualmente de que
esta evolución conserve el genio propio de la lengua, tal como este ha ido
consolidándose con el correr de los siglos, así como de establecer y difundir
los criterios de propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor.
“Para
alcanzar dichos fines, estudiará e impulsará los estudios sobre la historia y
sobre el presente del español, divulgará los escritos literarios, especialmente
clásicos, y no literarios que juzgue importantes para el conocimiento de tales
cuestiones, y procurará mantener vivo el recuerdo de quienes, en España o en
América, han cultivado con gloria nuestra lengua.”
Si no es
para mantener la unidad y el enriquecimiento de nuestra lengua, ¿para qué
queremos a las academias? A como vamos parece que la idea es solo registrar las
formas de uso de la lengua, ahorrémonos las instituciones y dejemos que
internet dé la pauta.
.-.-.-.-.
Regaños. Marielena Hoyo me señala un texto
que publicamos:
“Científicos
del Instituto Politécnico Nacional (IPN) utilizan un código de barras de Ácido
desoxirribonucleico (ADN) para estudiar la conservación de la tortuga lora (Lepidochelys
kempii), especie endémica de México y el mundo…”
“Endémico”
es lo “propio y exclusivo de determinadas localidades o regiones”. Entonces no
puede ser “endémica de México y el mundo”.
.-.-.-.-.-
“Reenvío”,
así, con el prefijo unido, doña Marielena; en el caso de “reembolso” se admite
la forma “rembolso”.
.-.-.-.-.
Radix. “Poli” es prefijo griego que
significa muchos, varios, denota pluralidad. “Polis” es raíz, también griega
que significa ciudad.
Con el
primero tenemos políglota, el que habla muchas lenguas, o politeísta, aquel que
adora múltiples deidades. Politécnico es la institución que concentra las
diversas carreras relacionadas con las técnicas.
El famoso
polígrafo para las pruebas de confianza es en su sentido etimológico un aparato
que produce muchas líneas, los trazos que hacen las plumillas que generan los
impulsos del presunto mentiroso.
De la
segunda tenemos metrópolis, que es la ciudad madre, la principal de un país;
también, en alguna época, la que era origen de colonos que partían a fundar
otro poblado.
El metro es
el tren metropolitano y metropolitano es el que pertenece a la metrópolis.
Megalópolis
es una gran ciudad, como la de México y sus zonas conurbadas de otros estados.
La acrópolis
es la parte más alta de la ciudad, ahí donde los griegos erigían sus templos.
Cosmopolita
(de cosmos, universo) es la ciudad que alberga a ciudadanos de distintas partes
del mundo; Nueva York, por antonomasia. También es adjetivo para la persona que
ha recorrido muchas ciudades.
.-.-.-.-
“Simbiosis”
es la palabra que contiene el prefijo griego que significa conjunto o unión y
se refiere a una forma de vida que asocia a dos organismos.
Respuestas
hubo de Bertha Hernández, Francisco Báez, Luz Rodríguez, Octavio Martínez
Morales (octaviomm8@gmail.com), Tarsicio Javier Gutierrez Espinosa
(tarsiciojavier@gmail.com), Hugo Martínez, Eduardo Morales
(moralesbent@gmail.com) y Marielena Hoyo.
Ella añade
“El derivado corresponde al ‘Symbionese Liberation Army’, traducido a nuestro
idioma como “Ejército Simbiótico de Liberación”, o sea, el “grupúsculo que
secuestró y luego reclutó” a Patty Hearst, nieta del magnate periodístico
William Randolph Hearst.
Un
significativo caso de síndrome de Estocolmo, comentó Francisco Báez.
Ahora, El
Arca dice que las momias deben cuidar muy bien este objeto. Si esperan
recobrar la vida lo van a necesitar pues ahí encontrarán su corazón, su hígado,
su cerebro.
22 07 17
Publicado
en La Crónica de hoy
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