sábado, 2 de julio de 2016

Más de antaño



Carlos Alberto Patiño

De las palabras que recordaba mi amiga Esmeralda hablábamos en la entrega anterior.
“Bitoque” era una de ellas. El Diccionario de mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua (DM) la define como: “Llave para regular el paso de los líquidos”. Es también un contrapeso para cañones y una cánula para lavativas.” El Diccionario del español de México (DEM), de El Colegio de México lo pone como “Tubo delgado, con terminación roma, que constituye el extremo de la lavativa que se introduce en el ano”. Y el Diccionario breve de mexicanismos, de Guido Gómez de Silva (DBM), también de la Academia Mexicana, dice: “Tarugo de madera con que se cierra el agujero de los toneles”. Llave de cañería o de depósito de líquidos, grifo.
Para el Diccionario de la Lengua Española (DLE), el de la Real Academia, es “Tarugo de madera con que se cierra el agujero o piquera de los toneles.” O “cánula de la jeringa” y “grifo ( llave para regular el paso de los líquidos).”
Pero entre todos esos significados, el que corresponde a llave de agua es el que yo recuerdo. Mi padre lo usaba para contar una costumbre que tuve de niño muy pequeño. Decía él “Carlitos siempre iba al bitoque del jardín para peinarse”.
De las definiciones me saltan dos palabras y una expresión.
Las palabras son “tarugo” y “grifo”.
La primera, en México, la consideramos para alguien “Que es poco inteligente, que es tonto: “¡Yo de taruga me dejo!”, “Le voy a dar sus trancazos pa que se le quite lo tarugo”, “¿Y usted qué se trae, viejo tarugo?”. Así lo consigna el DEM.
Para el DBM no existe, y para el DM lo sabremos si por fin este año concluyen las profundas revisiones y preparativos para presentarlo.
Quienes en los años sesenta y setenta hubimos de soplarnos las traducciones al madrileño de grandes autores, además de saber qué es un “gilipollas”, sabíamos que un tarugo es un trozo de madera y que un grifo es una llave.
Pero “grifo” es, como sabemos, sinónimo de mariguano, término que para El Colmex es con “h”: “marihuano”. Tiene, asimismo, el significado de adjetivo capilar. Se refiere al pelo chino, crespo.
La expresión de marras es “ojos de bitoque” Confieso que no la conocía hasta que la vi en el diccionario. Es “ojos que miran atravesado”, lo cual me remite a la mirada de los bizcos, aunque no lo sé. Si es así, el término nacional es “bizcorneto”, como lo consignan el DM y DL (para éste significa estrábico).
“Zaguán” es otra de las palabras convocadas. Sin que haya caído completamente en desuso, se la emplea menos en la  medida en que desaparecen estos portones para ser sustituidos por puertas automatizadas de cocheras.
¿Zotehuela o azotehuela? Conozco a personas que la emplean con “a” y otras directamente con la “z”. Para el DEM es con “A”: “Pequeña terraza o patio interior de una casa o departamento, construido generalmente para que entre luz y aire a los cuartos interiores, y que se aprovecha para algunos servicios, como el lavado de ropa, el almacenamiento de utensilios, etc.: ‘La cubeta está en la azotehuela’
Para el DBM, es también “Azotehuela”. Significa azotea pequeña, aunque ése no es el uso que le damos. A ese espacio, ahora se le llama “cuarto de lavado”.
“Xocoyote” es una palabra de indudable origen náhuatl que significa lo mismo que el bíblico Benjamín, el más pequeño de los hijos. Cachorro de coyote es una traducción aproximada. Así le decían en su familia a mi profesor de tercero de primaria, Xicoténcatl de la Vega, quien nos lo contó en una ocasión en la que también nos explicó que su nombre era el del caudillo tlaxcalteca (El Joven, el que rechazaba la alianza con Hernán Cortés).
“Preservativo” le decíamos al condón, sobre todo cuando en la farmacia despachaba una mujer.
La lista del recuerdo es muy larga.
¿Algún lector rememora palabras que usaban sus padres y abuelos? Las espero.
.-.-.-.-.-.
El uso del término hipocorístico en las dos entregas anteriores suscitó algunas dudas.
El hipocorístico es una especie de diminutivo cariñoso del nombre propio. Arrigo Coen lo explicaba diciendo que era un “cariñitivo”, es decir, la forma afectiva de referirse a alguien. Son hipocorísticos Pancho, Paco, Fran, de Francisco. Chela, de Celia, Marce de Marcela; Tavo, de Octavio; Lipe de Felipe, Nacho, de Ignacio. A los Eduardos solemos decirles Lalo, y Checo, a los Sergios. Soledad es Chole o Cholita, Dolores deviene en Lola, a Gabriela le decimos Gaby. Pau, Tino, Lupe, Chano, Pepe y un laaargo etcétera.
Hialino es la respuesta a El Arca de arena. Quiere decir traslúcido, como el cuarzo hialino y como el cartílago hialino.
Francisco Báez y Marielena Hoyo dieron otra opción que cumple más o menos con la condición: cristalino, como el cuarzo bien pulido, ya no en estado natural, como el hialino, y como el tejido que hace las veces de lente en nuestros ojos.
Ahora viene algo entre blanco y azulado. En femenino es un papel. Su anagrama forma parte de Europa.

02 07 16
 

Publicado en La Crónica de hoy



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